Puerto de Arcones y Peña Quemada

18 11 2013
  • Senderismo
  • Distancia: 22,5 km (circular)
  • Dificultad: Media (por la distancia)
  • Época recomendada: Cualquiera.

Para llegar a Braojos tomamos la A-1 y nos desviamos en la salida 79, tomando dirección La Serna del Monte. Justo al cruzar el puente sobre la autovía giramos a la derecha y llegamos a La Serna, tras atravesar el pueblo seguimos una carretera que tras 2 kilómetros nos lleva a Braojos. 

Braojos

Aparcamos en la plaza del Ayuntamiento de Braojos, a la que se llega fácilmente siguiendo la misma carretera por donde venimos. Allí podemos desayunar en el Bar Casa de La Cultura, sito en los bajos de dicho edificio municipal. Desde allí nos dirigimos hacia la Iglesia, la cual visitamos antes de iniciar el recorrido, y de la que damos detalles en el apartado de Datos de interés, al final de esta entrada. Normalmente está cerrada salvo en horas de culto o previa visita concertada con el Ayuntamiento, por lo que aconsejamos tener este dato en cuenta si se quiere realizar la visita. Nosotros aprovechamos que casualmente una señora iba con una niña a darle catequesis para entrar a visitar la iglesia. 

Iglesia Braojos

Comenzamos nuestra etapa dejando la iglesia a mano izquierda y pronto vemos un cartel que nos indica la ruta hacia Peña Quemada.

Cartel hacia ruta Peña Quemada

La señalización que encontraremos a lo largo de la misma no es que sea una maravilla, y se limitará a unos pequeños postes de madera con detalles en verde que iremos viendo muy esporádicamente (yo no contabilicé más de 8 o 10 en toda la ruta). En el primer cruce vamos por la izquierda, por la llamada Calle del Viento, y seguimos todo rectos hasta dejar atrás el pueblo. Como vais a ir viendo en las fotos, la ruta la hicimos un día bastante frío de otoño que perfectamente pudo ser de invierno. Es por ello que casi todos los caminos y paisajes que veréis están cubiertos de nieve, pudiendo en algunos casos no apreciarse bien ciertos detalles. Esta ruta puede hacerse en condiciones similares, aunque en estos casos conviene estar muy atentos a la hora de tomar los caminos que os indicamos, y evitar posibles confusiones.

Vías del tren

Pronto encontramos un túnel que cruzaremos para pasar bajo las vías del tren, y siguiendo por una pista de gravilla que nos trae el primer repecho del día veremos en primer lugar un establo a nuestra derecha, y en segundo lugar una finca con un chalet llamada Vista Hermosa.

Establo

Finca Vista Hermosa

Esta pista, llamada Camino del Molino, coincide con el PR-38 en los mapas cartográficos. Siguiendo por ella vamos a ir dejando cada vez más atrás el pueblo y pronto vemos a nuestra izquierda el arroyo de la Ciguiñuela, que queda algo por debajo de nuestro camino. Poco después éste se divide y nosotros iremos hacia la izquierda en dirección hacia el arroyo, el cual cruzamos por un puente.

Puente sobre el río

A partir de aquí comienza la ascensión progresivamente, encontramos las primeras pendientes importantes y comenzamos a ver ya más arbolado.

Comienza el bosque de pino

Comienza la pendiente

Nuestro camino va a salir a una pista algo más amplia que tomaremos para ir hacia la derecha e ir ganando altura por la ladera.

Subida hacia la derecha por la ladera

Comienza la subida

Poco después encontramos una cabaña a nuestra izquierda y a la misma altura del camino nos toparemos con  una barrera que tendremos que pasar.

Cabaña

Algo más adelante sale una pista a la izquierda por donde vamos a empezar a ganar altura. El paisaje ha cambiado notablemente y ahora estamos ya metidos de lleno en un hermoso bosque de pino. Tras zigzaguear durante un tramo alcanzaremos una pista transversal a la que no haremos caso y llegamos a una pradera, en donde encontraremos el refugio forestal de Santuil.

Refugio Santuil

Habiendo cruzado la pradera, a la derecha parte otra pista que tomaremos dejando el refugio a la izquierda, sin confundirnos con la pista transversal que descartamos anteriormente.

Comienza la subida tras el Refugio

La pendiente se endurece y nos adentramos aún más en el bosque. Al superar una curva hacia la izquierda nos cruzamos con un cortafuego que corta nuestra pista, y estaremos atentos para seguir por el mismo camino sin desviarnos. 

Cruce con cortafuego

Llegamos al final de la subida y vemos un camino que se une al nuestro que es el cortafuego que habíamos dejado abajo, y unos metros más adelante nuestro camino confluye con otra pista horizontal que nos acompañará hasta la llegada al Puerto de Peña Quemada.

Puerto de Peña Quemada

Nos vamos a encontrar durante un tramo del camino una valla con alambre que marca el límite entre las provincias de Madrid y Segovia. Como pista para saber que vamos bien, poco antes de llegar al puerto sale un camino a nuestra izquierda que está cercado por una barrera con cable metálico y que baja hasta Arcones, ya en la provincia de Segovia. En ese punto hay señales de coto de caza y otra donde podemos leer que estamos en la Sierra de Arcones.

Camino a Arcones

Tras una pequeña bajada llegamos al mismo Puerto de Peña Quemada, por donde continuaremos el camino en dirección noreste para volver a Braojos por la Peña de La Muela.

Bosque nevado

Puerto Peña Quemada

Comienza una zona con algunos toboganes no muy duros y una pequeña subida, conocida como Ladera del Sapo, que posteriormente va a dar paso a una bajada prolongada.

Bajada exigente en algún tramo

Esta bajada nos conduce a un cortafuego por el que seguiremos hasta llegar a otra pista que tomaremos y que baja hacia La Muela en dirección suroeste. No llegamos a coronar La Muela, que queda a un lado, y tras pasar una larga recta, encontramos una curva a la derecha muy cerrada que da paso al descenso que nos llevará de vuelta al pueblo tras una sucesión de curvas.

Bajada en zig-zag

Tramo final de la bajada

Pronto escucharemos de nuevo el sonido del arroyo de la Ciguiñuela, y tras verlo a nuestra derecha el camino llega a una barrera que da paso a una pista asfaltada que nos lleva de nuevo a Braojos, pasando por amplios prados donde el ganado vacuno pasta a sus anchas.

Volvemos por la pista asfaltada

Llegando a Braojos

Para poner un broche de oro a nuestra etapa, podemos reponer fuerzas en La Fonda La Pastorela, situada junto a la misma Plaza del Ayuntamiento donde aparcamos. Un lugar bastante acogedor con estufa de leña en el interior, una carta variada y precios asumibles.

Como de costumbre, os dejamos la ruta con todos los trackpoints, lista para subirla a vuestro GPS. Haz click AQUÍ.

Mapa Peña Quemada

Datos de interés

El pueblo de Braojos se fundó muy probablemente en la época de la Reconquista, y no se empezó a tener noticia de él hasta ya entrada la Edad Media, formando parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago desde finales del siglo XI. De los pueblos vecinos fue el más destacado y de él dependían varios, llegando a contar incluso con sus propias ordenanzas locales. La Tierra de Buitrago pasó a formar parte de la poderosa familia de los Mendoza y con ella también Braojos, que después pasó a pertenecer a la provincia de Guadalajara para ser definitivamente madrileña en la época de la desamortización de Madoz, ya en el siglo XIX.

Braojos es hoy un pequeño pueblo más de la Sierra Norte, situado junto al valle del Lozoya y la Sierra de Arcones. A la tradicional actividad ganadera y agrícola se ha unido el auge del turismo rural. Puede que el pueblo no sea tampoco el más bonito de la sierra, pero tiene su aquel. Su joya es la Iglesia de San Vicente Mártir, construída sobre una antigua torre militar y cuya construcción data de comienzos del siglo XVII.

Interior Iglesia Braojos

Posee dos naves, con planta de cruz latina y torre gótica de cuatro plantas. En ella sus vecinos guardan con orgullo dos tablas del mismísimo Berruguete y un retablo de Gregorio Fernández, cuya mujer era de este pueblo. Una pila bautismal del siglo XV, un cáliz del siglo XVIII y una imagen de un Cristo crucificado del siglo XIV son otros de sus tesoros.





Las Machotas

16 06 2013

  • Senderismo
  • Distancia: 16,5 km
  • Dificultad: Media-baja
  • Época recomendada: Primavera y otoño

Podemos comenzar la etapa desde la misma estación de tren de Zarzalejo, o por el contrario desde la Silla de Felipe II.

Si comenzamos desde la estación de Zarzalejo, tomaremos exactamente el mismo camino que en la etapa de Zarzalejo a Abantos. Es decir, según cruzamos la avenida principal del pueblo (Avenida de La Estación), vamos a la derecha hasta encontrar un parque infantil y poco más adelante seguimos la pista de tierra que discurre junto a la ladera este de la Machota Baja. Es importante que vayáis por este camino y no os confundáis con el  otro que en principio discurre paralelo (conocido como Camino del Chicharrón) señalizado con marcas rojas y blancas del GR-10, pues éste se va alejando de La Machota Baja y nos conduce al pueblo de El Escorial (ni siquiera San Lorenzo). Para no equivocaros siempre ir por la pista más pegada a la ladera de La Machota Baja.

Una vez pasamos la valla y la Casa de los Ermitaños de Arriba llegamos a la Silla de Felipe II. Aquí podemos hacer la parada de rigor a reponer fuerzas, echar un trago, o tomar una foto panorámica del paisaje.

chiringuito silla

Junto al chiringuito de piedra que hay en la explanada sale un camino señalizado con marcas rojas y blancas del GR-10.

gr 10

Continuamos hasta toparnos con una construcción abandonada conocida como Casa del Sordo.

casa del sordo

Podemos subir las escalinatas y así aprovechar para sacar otra buena foto panorámica. En los días más despejados se ven las torres de Plaza de Castilla y el Embalse de Valmayor. Tras bordear la casa seguimos las marcas rojas y blancas que nos llevan a una barrera metálica, y posteriormente a un muro de piedra que delimita con la finca de Los Ermitaños.

Ermitaños

Durante un buen rato se van a ir alternando subidas y bajadas, con un terreno con muchas rocas grandes y algunos tramos de raíces, quedando siempre a nuestra izquierda el muro citado anteriormente.

camino piedras

Llegado un punto nos topamos con unas señales rojiblancas en una piedra que nos indican que tenemos que saltar el muro para poder continuar (es poca altura y se salta con facilidad).

salto muro

Al otro lado continúa el camino (más difuminado) junto a otro tramo de muro y una pradera a nuestra derecha.

junto al muro

Poco a poco vamos ganando altura y el terreno se vuelve más pedregoso.

tras muro camino rocoso

Más adelante nos encontramos con una puerta giratoria y un cartel que indica coto de caza y propiedad privada.

puerta giratoria

A pesar de ello es necesario acceder para continuar nuestro camino, y se puede atravesar sin ningún problema, siempre respetando las normas que el cartel nos indica.

cartel

La senda empieza a ganar altura llevándonos al Collado de Entrecabezas, donde podremos contemplar ambas Machotas (la Baja a nuestra izquierda, y la Alta a nuestra derecha).

collado 2

Primeramente afrontaremos la subida a la Machota Baja, bastante más escarpada a pesar de ser de una altura algo menor. Tomaremos una senda ascendente que sale a nuestra izquierda, y que a veces se torna algo desdibujada.

collado

Poco a poco iremos ganando metros siguiendo hitos formados por piedrecitas junto al camino.

sendero machota baja

En algo más de un kilómetro llegamos a la cima, la cual no nos costará mucho distinguir. Arriba, junto al punto geodésico, hay un buzón metálico con cuadernos, un par de lápices y un sacapuntas, para que aquellos que quieran dejar su impresión y su recuerdo en unas líneas puedan hacerlo .

buzon

Un detalle que nos llamó poderosamente la atención justo antes de llegar hasta ahí fue el encontrarnos entre los resquicios de dos grandes rocas un belén navideño con sus figuritas.

belen

Las vistas desde allí bien merecen unos minutos y por supuesto alguna foto. Justo abajo queda Zarzalejo La Estación, la vía del tren y detrás la amplitud de la Dehesa de Fuentelámpara.

tren

dehesa fuentelampara

Al lado contrario, en dirección noreste queda San Lorenzo del Escorial custodiado por la imponente mole del Monte Abantos, y tras ellos, más al fondo la silueta nevada de la Cuerda Larga del Guadarrama.

vistas san lorenzo

Más hacia el este queda el Embalse de Valmayor, y Madrid ya en la lejanía.

Vistas Madrid Machota Baja

En dirección oeste los confines con la provincia de Ávila y la Machota Alta. Ya arriba podemos aprovechar para comer, hacer un descanso y reponer fuerzas, todo ello en un enclave privilegiado.

Procedemos a bajar por donde hemos venido hasta el Collado de Entrecabezas. Desde la pequeña pradera deberemos localizar, junto a una valla de alambrada, un viejo somier que hace las veces de puerta.

valla machota alta

Pasamos al otro lado, desde donde comenzamos nuestra subida por un sendero que en algunos tramos se difumina. Tras algo más de un kilómetro alcanzamos la cima de la Machota Alta y el Pico del Fraile con la clásica roca que se asemeja a la forma de la capucha de un fraile con la cabeza gacha.

Pico del Fraile

Desde aquí también disfrutamos de una estupenda panorámica. Se puede ver la Cuerda Larga y San Lorenzo de El Escorial desde otra perspectiva, y el Puerto de la Cruz Verde al otro lado. Hacia el sureste queda la Machota Baja.

san lorenzo

cruz verde

vistas de la machota baja

Para volver usamos el mismo camino por el que llegamos al Collado de Entrecabezas. Cruzamos de nuevo el muro que habíamos saltado y giramos esta vez a la derecha, retomando así el camino rocoso señalizado con marcas del GR-10 que nos llevará de nuevo a la Silla de Felipe II y al desvío hacia la derecha que nos conducirá hacia Zarzalejo La Estación.

Como es habitual, os dejamos el mapa de la ruta que podéis ver detalladamente si hacéis click AQUÍ.

mapa

Datos de Interés

  • Las Machotas son dos montañas situadas en los confines occidentales de la Sierra de Guadarrama. Se encuentran entre los términos de Zarzalejo y San Lorenzo de El Escorial, y sorprende su situación aislada respecto a las demás elevaciones de la Sierra. La altura máxima de la Machota Alta o Pico del Fraile es de 1.466 m. de altura, mientras que la Machota Baja tiene 1.410. Sin embargo, a pesar de ser ligeramente más baja que la Alta, tiene un relieve mucho más abrupto, siendo su ascensión algo más compleja.
  • Sin ser unas de las montañas más altas de la Sierra de Guadarrama, ofrecen unas magníficas vistas de toda la zona. Cuentan además con una vegetación característica, entre la que hay que destacar sin duda los castañares. Algunos superan los 20 m. de altura, y están incluídos en el Catálogo de Árboles Monumentales de la Comunidad de Madrid. También podemos encontrar robles, y en las zonas medias-altas muchos arbustos como jaras y enebrales.
  • Ambas montañas (especialmente La Machota Baja) han dado fama a Zarzalejo por ser una de las canteras graníticas más importantes de España. De ese oficio vivían muchos de los habitantes de Zarzalejo. Según la leyenda, el rey Felipe II eligió la zona que estaba al pie de las laderas de Las Machotas para construir lo que hoy es el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, junto al municipio de Zarzalejo. Pero los vecinos del pueblo se opusieron firmemente a esta idea. Lo hicieron con tal rotundidad que el rey decidió finalmente cambiar de planes y construirlo a los pies del Monte Abantos, dando lugar después a la creación de lo que hoy es el municipio de San Lorenzo de El Escorial, que se originó a raíz de la implantación del monasterio.




Zarzalejo La Estación – Monte Abantos (por Silla de Felipe II y S. Lorenzo de El Escorial)

15 06 2013
  • BTT/MTB
  • Distancia: 35,5 km (ida y vuelta)
  • Dificultad: Alta
  • Época recomendada: Primavera y otoño.

Salimos de Zarzalejo La Estación por la avenida principal (llamada justamente Avenida de la Estación) en dirección hacia Peralejo. Antes de llegar a la última curva que hay al final del pueblo, nos fijamos en una señal morada que nos indica la dirección hacia la Calzada Romana de Zarzalejo.

camino inicial

Nos desviamos por un camino que sale junto a un parque infantil, y enseguida vemos una pista de tierra que va ganando altura junto a un pequeño muro de piedra. Nos encontramos de lleno con un par de repechos importantes, de los que a veces te pillan en frío y te hacen pasar apuros. Aunque es difícil confundirse porque la pista es muy evidente, hay que aclarar que deberemos evitar tomar el GR-10, conocido en este tramo como “Camino del Chicharrón”.

Vistas de Cuerda Larga

Poco después nos encontramos a la derecha con una finca donde es fácil ver pastar vacas junto a una construcción destinada a las labores ganaderas. Durante un tramo nos acompaña el olor característico. A la izquierda comienza a perfilarse la ladera de la Machota Baja, por la derecha se deja ver la silueta de la Cuerda Larga.

Inicio camino

La pista tiene un trazado variado, alternando tramos de tierra al principio y otros ya más pedregosos después. En otros es fácil que se formen barrizales en época de lluvias, los cuales conviene sortear. Enseguida nos encontramos un muro con una valla que nos permite el paso.

Valla

En esta zona es muy frecuente que haya ganado suelto, generalmente no son reses bravas, aunque siempre es mejor ser lo más prudente posible y guardar las distancias. Una vez cerrada la valla continuamos nuestra marcha en ascenso para comenzar la subida a la Silla de Felipe II.

Nuestro camino deja a nuestra izquierda una vieja construcción conocida como Casa de los Ermitaños de Arriba, y pronto empiezan los primeros repechos y desniveles importantes de la jornada. Alcanzamos una construcción granítica llamada la Casa del Sordo, antigua caseta de guardas de Felipe II que custodiaban la Finca que hoy es el Bosque de la Herrería (actualmente está deshabitada y tiene las ventanas y puertas tapiadas). Llegamos a la Silla de Felipe II y aprovechamos para hacer un pequeño descanso y a echar la obligada foto con el paisaje dominado por el Monte Abantos y el Monasterio de El Escorial.

Vistas desde la Silla

Iniciamos la bajada hasta San Lorenzo del Escorial y nos cruzamos con la Ermita de la Virgen de Gracia en primer lugar (patrona de San Lorenzo del Escorial), y con la M-505 justo después.

Ermita

Ermita V.Gracia

cruce

Cruzamos al otro lado de la carretera con precaución y seguimos por la pista de tierra que luego pasa a ser de asfalto, sin abandonarla en ningún momento (a nuestra izquierda queda el Club de Golf La Herrería). Dos grandes pilares de piedra unidos por una cadena nos dan la bienvenida a San Lorenzo del Escorial.

Entrada a San Lorenzo

Para atravesar el núcleo urbano de San Lorenzo hasta afrontar el inicio de la subida a Abantos, deberemos extremar las precauciones. No hay mucho tráfico, pero nunca debemos despistarnos. Cruzamos el Paseo de Carlos III por el paso de cebra que tenemos frente a nosotros y seguimos de frente hacia el poste rojo, que indica la parada de autobús. Giramos a la izquierda subiendo la calle Leandro Rubio y volvemos a girar a la izquierda para tomar la calle Conde de Aranda.

Primer giro izquierda en San Lorenzo

A partir de aquí comienza una zona de lujosos chalets, situados en unas calles con auténticas pendientes  rompepiernas (de hecho pasa algún coche con marcha corta para subir). Sí, aquí comienza en realidad la subida a Abantos. Hay que tener cuidado con el ritmo en esta zona de la etapa, porque de ir callejeando tranquilos nos encontramos repentinamente con cuestas muy pronunciadas que nos pueden hacer pasar un mal rato. La prolongación de esta calle es la Calle Pinar, por la que seguiremos hasta girar por la tercera calle a la izquierda, que es la Carretera de la Presa.

calle pinar

Desvío

Continuaremos siempre recto y esta vía pasará a llamarse poco después Paseo de la Fuente de la Teja. Apreciamos a nuestra izquierda el Embalse del Romeral y a su vez dejamos de ver chalets y construcciones. Por suerte la mano del hombre y la fiebre de la construcción sólo ha llegado hasta aquí, esperemos que no se permita construir ni un solo chalet más.

La pista de asfalto pasa a ser de una calidad inferior, encontrándonos algunas zonas con importantes socavones. Las pendientes comienzan a ser bastante fuertes y empezamos a hacernos una idea de lo que es esta mítica subida.

comienza la subida

Mucho cuidado con los coches, porque aunque ya hayamos dejado lejos el casco urbano, hay gente que sube a las proximidades de Abantos con sus vehículos y alguno va pasado de velocidad. No hay apenas tráfico, pero de cuando en cuando vemos algún que otro coche o moto.

Más subida

En la primera bifurcación tomamos el camino de la derecha, encontrándonos poco después con una curva de casi 360º. A pocos metros vemos cómo un camino de tierra se incorpora a nuestra pista por nuestra izquierda. En el siguiente cruce tomaremos el camino de la izquierda que asciende ya vertiginosamente por las laderas de Abantos.

Subida a Abantos

Vistas Monasterio

El desnivel es ya bastante fuerte y las piernas empiezan a notarlo. Tras una larga recta nos encontramos otra curva de 360º, y unos 400 metros después un camino de tierra que se incorpora a nuestra pista.

Curvas subida

Vistas San Lorenzo

Llegamos a una espesa zona de pinar donde el terreno nos da una pequeña tregua, pero es un espejismo. Ahora es cuando comienza lo más duro de la etapa, la recta final.

subida 3

Cascada

Ademá,s el buen tiempo que nos ha estado acompañando a lo largo de la jornada empieza a cambiar. Los 4 km finales con una pendiente de un 8% se hacen interminables, incluso llega a dar miedo mirar hacia adelante y ver lo que te espera. La vegetación comienza a escasear y desaparecen los árboles.

Subiendo

Subida final

Las condiciones climatológicas han cambiado en cuestión de minutos y ahora un viento helado sopla con fuerza. Empiezan a caer los primeros copos de nieve (mencionar que habíamos comenzado la etapa con tiempo más bien soleado) y la tarea se hace más complicada todavía.

Llegando al km 16,5 nos sale el desvío a la derecha para coronar Abantos.

Abantos, cartel cima

Algo más de 2 km nos separan de la cima, que contando otros tantos de la vuelta se convierten en 4 km. Viendo cómo se ha puesto el día decidimos no arriesgar y llegar hasta el límite con la provincia de Ávila, a 1 km aproximadamente.

frontera avila

Dejaremos esos últimos 2 km de coronación para otra ocasión y así tenemos excusa para volver a repetir. Si queréis llegar a la cima ya sabéis que sólo teneis que tomar la pista que os sale a la derecha siempre rectos.

El camino de vuelta se hace rápidamente al ser todo bajada, y más con viento a favor (aunque sea helado). Mientras bajamos nos deleitamos con las vistas impresionantes (Las Machotas, toda la Sierra del Guadarrama, Madrid…).

Vista de Las Machotas

vistas madrid

Como es habitual, os dejamos un plano detallado de la etapa que podréis ver si hacéis click AQUÍ.

ATENCION: En este mapa sólo se han marcado los kilómetros de ida. Al ser ruta de ida y vuelta, debeis de multiplicarlos por 2.

mapa

Datos de interés

  • Te hemos explicado detalladamente la señalización de la etapa para que no te pierdas. La ausencia de señalización, el mal estado del firme, y el escaso control que hay de vehículos hacen que a pesar de recomendar esta ruta por su belleza, la califique como mal conservada.
  • En esta entrada te detallamos uno de los ascensos más complicados. El más corto y sencillo se puede hacer por el lado sur desde el Puerto del Malagón, que se encuentra en la antigua carretera de San Lorenzo de El Escorial a Peguerinos. Desde ahí se puede tomar una pista que nos lleva a la cima.
  • El Monte Abantos se llamó en tiempos de Felipe II “Monte del Buen Oso”, debido al número de plantígrados que podían encontrarse por la zona. Su nombre actual lo recibe del abanto, término que designa a varios tipos de buitres que habitan la zona. Posee dos importantes monumentos. En su ladera sur el rey Felipe II construyó en el siglo XVI el Monasterio de El Escorial. En el lado norte encontramos el Valle de los Caídos, erigido el pasado siglo XX durante el periodo franquista.
  • La subida a Abantos es un clásico del ciclismo español siendo final de etapa en muchas ocasiones.
  • La «Silla de Felipe II» es un canchal de granito sobre el que hay labradas varias plataformas escalonadas y asientos. Hay tres grandes bloques, el principal mira en dirección norte hacia el Monasterio de El Escorial. El nombre viene porque, según la tradición, en éstas piedras se sentaba Felipe II a contemplar la evolución de las obras del Monasterio y también las privilegiadas vistas de toda la zona. Probablemente el rey conociese este enclave al haber pasado en sus muchas cacerías, incluso puede que se llegase a sentar alguna vez en él a contemplar el paisaje. Pero lo que sí sabemos seguro es que antes de él muchos ya pasaron por allí, y que esas piedras fueron talladas por los vettones, un pueblo celta que habitaba estas tierras antes de que llegasen los romanos. La llamada Silla de Felipe II es en realidad un altar de sacrificios vettón que ya existía antes de que llegasen los romanos.
  • El resto de información sobre San Lorenzo del Escorial lo podéis encontrar AQUÍ, en la ruta senderista de Alrededores de El Escorial que os comentamos, en el apartado de Datos de Interés.




Collado del Cabrón

14 06 2013

  • Senderismo
  • Distancia: 10 km (circular)
  • Dificultad: Media-baja
  • Época recomendada: Primavera y otoño.

De nuevo estamos con vosotros para traeros una nueva ruta senderista. En esta ocasión la etapa discurrirá por La Pedriza, y tendrá el honor de ser la primera que os comentamos (pero no la última) de esta mágica vertiente de la sierra del Guadarrama, única por ser el mayor conjunto granítico de toda Europa.

Para llegar hasta el inicio de la etapa, tendremos que dirigirnos al municipio de Manzanares el Real, y desde allí tomar la Avenida de la Pedriza hasta el final. Llega un punto en que el camino ya no sigue más y tendremos que dejar nuestro coche en un parking. Es aconsejable llegar a una hora prudencial, puesto que el aparcamiento no es muy grande y suele llenarse con facilidad. Para tomar la Avenida de la Pedriza, entramos por la rotonda de acceso al municipio, y tras cruzar el río por la calle Real, giramos a la izquierda en el primer cruce y ya sólo tenemos que seguir todo recto hasta ver cómo finaliza la carretera.

parking tranco

Comienza nuestra etapa desde el aparcamiento de El Tranco. Dejamos el coche, cruzamos el chiringuito, y desde allí avanzamos paralelamente al río Manzanares por la llamada Garganta de la Camorza.

camino ppio 3

camino principio

Seguimos la senda (marcada con señales de pintura blanca y amarilla) hasta llegar al pequeño chiringuito junto a la estrecha pasarela de madera que cruza el río. Aquí confluye el Arroyo de la Majadilla con el Río Manzanares. Nosotros no llegamos a cruzarlo e iniciamos nuestro ascenso hasta el Refugio Giner de los Ríos por una pequeña senda algo borrosa que sale desde el lado opuesto al bar.

Este camino, llamado Cordel del Hortigal (con H incluída), llega a ser bastante abrupto y discurre constantemente por una ladera llena de matorral bajo.

camino ppio 2

A nuestra izquierda van a quedar el Arroyo de la Majadilla y unas vistas preciosas del Cancho de los Muertos y Peña Horcajo (al otro lado del valle).

Vistas del valle

Vistas del Cancho de los Muertos

Iremos dejando a un lado el Risco de la Familia, La Perra Gorda, Peña Sirio, El Yoyó y bordearemos finalmente el Rocódromo para llegar al tramo final de este sendero, que nos conduce al Refugio Giner de los Ríos.

hacia el Refugio Giner

En ocasiones esta senda, a pesar de estar señalizada en varios tramos con hitos de piedrecillas, puede llegar a ser un tanto complicada de seguir debido a la cantidad de matorral. A veces puede que la perdamos o tengamos la impresión de perderla por momentos.

camino ladera

Quizás haya algún tramo en el que tendremos que zigzaguear o bordear formaciones rocosas. También otras veces tendremos que realizar alguna trepada e incluso pasar bajo alguna gatera.

Enormes rocas en el camino

Intentaremos siempre no perder la senda demasiado, tomando como punto de referencia el arroyo y sin adentrarnos en los pequeños senderos que nos salen a la derecha. Tras este abrupto sendero, por fin aparece frente a nosotros el refugio Giner de los Ríos. Tras él unas vistas impresionantes de otros rincones de la Pedriza

refugio giner

Vistas desde la senda

Una vez llegados al Refugio tendremos que descender a la pradera que hay abajo a la izquierda. En la misma bajada aprovechamos para refrescarnos algo en la Fuente de Pedro Acuña. Estamos en el llamado Llano Peluca (curioso nombre como tantos otros que definen los diferentes lugares de La Pedriza).

Llano Peluca

En este lugar podemos parar a reponer energías, comernos el pertinente bocata, o echar algunas fotos de las espectaculares vistas de singulares elevaciones y formaciones rocosas como El Elefante, El Trípode, El Tolmo, El Pajarito o el Cancho de los Muertos. Según crucemos el puente sobre el Arroyo de la Majadilla nos encontraremos con el GR-10, que discurre paralelo al mismo y con abundante arbolado.

puente

Nosotros tomaremos este camino hacia la izquierda. Deberemos de estar atentos ya que poco después sale a la derecha un sendero que tendremos que tomar para iniciar el ascenso al Collado del Cabrón.

Desvío hacia el Cancho de los Muertos

La señal del desvío está colocada algo más adelante y en sentido opuesto al de nuestra marcha, por lo que nosotros no tenemos que esperar a encontrarnos con ella y deberemos de desviarnos justo antes de la misma.

cartel cancho de los muertos

La senda comienza enseguida con una pendiente bastante importante y tramos en zig-zag, por lo que llega a ser bastante difusa en algunos momentos. Atrás quedan las vistas del Refugio Giner, insignificante entre tanta roca.

Vistas del Refugio

Nosotros seguiremos ascendiendo por la parte más oriental de la ladera hasta dar con nuestro objetivo, el Collado del Cabrón. La senda se difumina en varios tramos y la pendiente se vuelve bastante dura. Nos encontramos con algunas señales que nos van indicando. Cerca de Collado Cabrón aparece la nieve por primera vez en la etapa.

Señal subida Collado Cabrón

Subida a Collado Cabrón

Una vez llegamos toca disfrutar de las privilegiadas vistas: a la izquierda nos queda Peña Horcajo, a la derecha El Carro del Diablo con El Pajarito y enfrente la Cuerda de las Milaneras.

Vistas desde Collado Cabrón 2

Vistas desde Collado Cabrón

En esta ocasión no subiremos al Cancho de los Muertos y comenzamos la bajada a través de esta misma senda que nos conduce rápidamente y en zig-zag por la ladera oeste hasta Canto Cochino.

Bajada a Canto Cochino

Las condiciones del camino son notablemente mejores para bajar siendo ya una pista bastante bien definida (aunque en algunos tramos nos encontraremos muchas piedras y raíces). En poco más de 40 minutos llegamos al cruce con el río Manzanares y con el camino llamado Autopista de La Pedriza (recordemos que nosotros venimos por el sendero denominado “El Cancho de los Muertos”). Cruzamos el Manzanares por el puente de madera y tras una barrera se llega al chiringuito de Canto Cochinos, junto al parking.

puente canto cochino

Al otro lado comienza una pista de tierra que nos conduce a un llano donde confluyen el Manzanares y el Arroyo de la Majadilla. Cruzaremos al otro lado por una pasarela estrecha que nos conduce poco después al chiringuito por donde comenzamos el camino al Refugio Giner de los Ríos.

chiringuito

Desde allí volvemos al aparcamiento de El Tranco por la Garganta de la Camorza, el mismo camino donde iniciamos la etapa.

Como siempre, os dejamos un mapa detallado de la etapa AQUÍ.

Collado Cabrón

Datos de interés

  • El Collado del Cabrón recibe su nombre por la gran cantidad de machos cabríos que frecuentaban este paraje en la Edad Media. En aquella época este lugar era frecuentado como zona de cacería ya que dentro de la fauna podían encontrarse venados, cabras, zorros, corzos, gamos, jabalíes y osos.
  • Recomendamos realizar la etapa un día despejado, preferentemente de primavera u otoño. Evita los días de niebla puesto que la falta de referencias visuales puede costarnos algún disgusto. Es poco recomendable en invierno (especialmente en caso de lluvia o heladas) ya que incrementamos el riesgo de caída en los tramos más rocosos, y con nieve podemos extraviarnos muy fácilmente. Tampoco recomendamos el verano porque no es la estación más indicada para ir a La Pedriza, debido principalmente al asfixiante calor, que unido a la escasez de arbolado y sombras puede convertir la etapa en un auténtico infierno.




Camino del Agua + Camino Puricelli

13 12 2012
  • Senderismo
  • Distancia total: 10 km (circular)
  • Dificultad: Baja
  • Época recomendada: Cualquiera

Decidí ir a Cercedilla para realizar la penúltima de las etapas del Valle de la Fuenfría que teníamos pendiente. Esta etapa es la combinación de los dos caminos más sencillos de los que recorren este valle. La ruta parte del aparcamiento que hay junto al Centro de Educación Ambiental del Valle de la Fuenfría.

Salida

En esta ocasión seguiremos los puntos color azul celeste que iremos viendo por los árboles para completar el Camino del Agua.

Puntos azul celeste

A los pocos metros de salir nos encontramos el albergue y el pequeño campo de fútbol.

Albergue

Tras pasar una pradera dejamos atrás la zona de Las Dehesas y cruzamos un puente de madera sobre un arroyo, comprobando poco después que nuestro camino confluye con el camino naranja de Los Miradores.

Arroyo

Confluencia con camino naranja

Dejamos a nuestra izquierda el tramo final del camino amarillo con el ya conocido puente que cruza el Arroyo de la Venta junto a la pradera.

Confluencia con tramo final camino amarillo

Poco después nos encontramos la primera valla metálica y tras ella el camino comienza a ganar algo de altura y vienen las primeras cuestas.

Camino del Agua

Llegado un punto, vemos como nuestro camino y el naranja se separan, debiendo coger nosotros la ruta de la derecha.

Elegimos camino de la derecha

Refugio

Poco después nos encontramos con los restos de un precario refugio muy bien construido con troncos de madera, y tras un tramo ascendente vemos unos peñascos que nos ofrecen una bonita vista del otro lado del valle.

Peñas en Camino del Agua

Entre los peñascos podemos ver cómo cruza una tubería de metal que es la que lleva el agua desde el pantano de Las Berceas (situado algo más arriba de la zona de Las Dehesas) hasta los depósitos que se sitúan a la entrada del pueblo de Cercedilla. Por suerte esta zona es la única en la que por la erosión la tubería ha quedado visible.

Continuamos alcanzando la cota máxima de altura de nuestro camino que a su vez confluye con el amarillo durante un pequeño tramo.

Confluencia camino amarillo

Vistas Valle

Vistas Valle 2

Aprovechamos para sacar una foto de la panorámica y proseguimos el camino que poco a poco va descendiendo hasta llegar (previo paso de una valla) a las primeras construcciones aisladas del pueblo (de cierto aspecto chabolista que contrasta bastante con todo el entorno).

Primeras casas y al fondo la Bola del Mundo

Tomamos la calle principal que baja hacia el pueblo observando la silueta de la Bola del Mundo frente a nosotros (esta vez se encontraba totalmente nevada), y poco después nos topamos con la vía del tren. Siguiendo los puntos azules llegamos al pintoresco apeadero de Cercedilla Pueblo, y que incomprensiblemente lleva suprimido por Renfe desde el verano de 2011.

Apeadero Cercedilla Pueblo

Justo en el apeadero finaliza el Camino del Agua.

Atravesando Cercedilla

Estación de Cercedilla

Ahora tendremos que cruzar el pueblo de Cercedilla para llegar a la estación principal del Cercanías junto a la cual sale el Camino Puricelli, que es la segunda parte de nuestra etapa.

Vía del tren desde el acceso al Sendero Ródenas y Camino Puricelli

Llegamos al puente y ascendemos por el aparcamiento para subir la cuesta que da inicio al Sendero Ródenas, que asciende por una de las laderas del cerro del Reajo Alto.

Puente e inicio de subida al Sendero Ródenas

Este camino debe su nombre a que se construyó para dar acceso a la colonia Ródenas, situada en el paseo del mismo nombre. Con una longitud de unos 500 metros es el enlace directo al camino Puricelli, que comienza justo después. En este camino habremos de seguir los puntos azul oscuro.

Puntos azul oscuro

A diferencia del Camino del Agua (donde principalmente vimos pinos, arbusto y matorral) en este camino veremos además de éstos, robles, fresnos o arces.

Vistas estación

Enseguida ganamos altura y abajo quedan la estación de tren y los edificios circundantes. El camino pasa de ser pista de tierra a parecerse bastante a la zona de la calzada romana, con tramos de adoquines en un estado de conservación eso sí algo mejor (pero tampoco demasiado bueno).

Camino Puricelli

Cruzamos el arroyo Colladillo del Rey y pasamos una construcción llamada Villa Castora, y junto a ella la primera valla de este camino.

Valla Puricelli

El trazado del camino es bastante sencillo y presenta escasos desniveles  con algún repecho asequible. Aprovechamos el sol otoñal de media tarde para detenernos a contemplar una bonita panorámica de Majalasna y Siete Picos, y sacamos una bonita foto.

Majalasna y 7 Picos

Tras divisar una zona residencial y pasar junto a una finca con caballos, nuestro camino confluye súbitamente en ligero ascenso con la pista roja de La Calle Alta.

Confluencia camino rojo

Junto a ella llegaremos hasta el Hospital de la Fuenfría tras pasar una valla, y luego tomaremos a la derecha un sendero marcado con nuestros puntos azul oscuro.

Valla junto a Hospital de la Fuenfría

Tramo final Puricelli

Este sendero nos conduce en descenso al aparcamiento junto al Centro de Educación Ambiental.

Final de etapa

Con esta etapa damos por finalizado todas las que recorren el Valle de la Fuenfría a falta de realizar en BTT el tramo de GR-10 que circunvala el valle desde el Puerto de la Fuenfría hasta La Peñota.

Como siempre, os dejamos un mapa detallado de la ruta AQUÍ.

mapa

  • Datos de interés:
  • El nombre Puricelli corresponde a la empresa encargada de realizar una carretera nacional que uniría Madrid y Segovia cruzando el Valle de la Fuenfría. La construcción se inició en 1931 durante la II República y se paraliza en 1936 al comenzar la Guerra Civil, llegándose a construir tan sólo dos tramos. El primero de ellos es el que hemos recorrido en esta etapa y partía de la estación de tren, siendo mayormente lo que hoy conocemos como «Camino Puricelli». El segundo tramo comenzaba en el mismo Puerto de la Fuenfría para llegar hasta la pradera de Navarrulaque, y hoy en día coincide con una pista forestal a la que se ha pasado a denominar «Carretera de la República» como homenaje a toda esta historia. Ambos tramos se unieron a finales de los 60 a través de pista forestal.
  • El Camino del Agua fue anteriormente llamado «Camino de las Canteras» debido al gran número de ellas existentes por esta zona. Con el tiempo quedaron abandonadas y cambió la denominación. Recibió este nombre por ser el recorrido que lleva el agua que va del Pantano de Las Berceas a la Calle de los Depósitos, que es la parte final de la etapa y donde están las edificaciones encargadas de recoger y distribuir el agua por la zona. En esta parte del camino también encontramos pequeñas viviendas de construcción muy precaria y que desentonan bastante con el paisaje. Afortunadamente están en la zona donde ya prácticamente finaliza el monte y comienza el núcleo urbano.




Zarzalejo – Robledo de Chavela (por Camino de San Martín)

11 12 2012
  • BTT/MTB
  • Distancia total: 55,5 km (ida y vuelta)
  • Dificultad: Media-baja
  • Época recomendada: Otoño e invierno

La etapa comienza desde la estación de Renfe de Zarzalejo. Este municipio se divide en dos núcleos : Zarzalejo pueblo y Zarzalejo La Estación (también conocido como “Los Pajares”). Bajamos por la Calle Nueva, hasta tomar la Avenida de la Estación hacia la izquierda, que es la calle principal.

Avenida de La Estación

Continuaremos por esta avenida y estaremos atentos para tomar a la izquierda el Camino del Puente (ya casi saliendo del núcleo urbano). Cuidado en esta avenida, pues aunque es muy tranquila y tiene poco tráfico, las aceras son estrechas y no hay apenas arcenes.

Puente sobre las vías

Siguiendo todo recto llegaremos al puente que cruza las vías del tren, y seguidamente tomaremos el primer camino de tierra que sale a nuestra derecha (conocido como calle Azorín) y que discurre casi paralelo a las vías durante los primeros 5 kilómetros de etapa. A partir de este momento nuestra pista de tierra sigue campo a través y perdemos de vista las vías del ferrocarril.

Inicio de etapa

Desde esta parte de la etapa la pista empieza a tener bastante piedra. Recomendamos que la bici tenga buena amortiguación y buen sillín, y que hagáis uso del culotte porque de lo contrario podéis acabar la etapa con el trasero bastante dolorido.

Junto al camino

Junto al camino podemos ver una valla tras la que pastan muchas vacas y terneros, y poco a poco comenzamos a adentrarnos en el llamado Camino de San Martín (de Valdeiglesias).

Vacas junto al camino

Tras una primera pendiente que se hace un tanto dura comenzamos a disfrutar del descenso con pendiente combinada con varias curvas y zonas de mucha piedra. Al llegar al kilómetro 7 llega el cruce con la M-521, por la que tendremos que circular pegados a su arcén unos 400 metros hasta ver la continuación del camino a mano derecha después de un pequeño repecho.

Por el Camino San Martín

Desde el kilómetro 8 de etapa tenemos para disfrutar unos 6 kilómetros de continuo descenso aproximadamente. Como siempre, lo haremos con cierta prudencia y sabiendo que nunca estamos exentos de riesgo. Sin ir más lejos nos cruzamos justo después de una curva con un grupo de ciclistas “senior” que iban ocupando casi la totalidad del camino, y hubo que hacer malabares para no chocar de frente con algunos de ellos.

La bajada coincide hasta el cruce con la M-531 (aproximadamente en el kilómetro 14,5 de etapa). Desde aquí hasta Robledo finaliza el tramo de pista de tierra y comienza la carretera, algo que nunca nos gusta pero que a veces es lo que toca. Giramos a la derecha y continuamos circulando por el arcén de esta carretera que es bastante poco transitada. Pasados unos 2 kilómetros ya podemos ver la imponente silueta de la enorme antena que nos anuncia la presencia de las instalaciones de la NASA.

Antena NASA en Robledo

Dejamos todo el complejo tecnológico a nuestra izquierda y comenzamos a subir una serie de repechos bastante incómodos que nos llevan al último cruce de nuestra etapa, esta vez con la M-512.

Cruce a Robledo

Seguiremos a la derecha en dirección Robledo de Chavela. Desde aquí hasta el centro del pueblo hay algo más de 8 km, y salvo un pequeño descenso, el resto es todo subida. A falta de unos 5 kilómetros para llegar a Robledo decidimos dar la vuelta, debido a las condiciones climatológicas adversas, que además de contribuir a oscurecer antes, hacían presagiar una intensa lluvia. Y efectivamente así fue. Poco después de parar a comer bajo unas encinas iniciamos el camino de regreso para volver a tomar el Camino de San Martín y dejar la M-531, y justo en ese momento pasó del esporádico chispeo a una lluvia constante que fue de menos a más en muy poco tiempo. Pero todavía parecía poder llover mucho más y hubo que apretar el ritmo, consecuencia de ello fue que no hice apenas fotos durante todo el camino de vuelta.

Los últimos 13 kilómetros se hicieron duros pero sin duda fueron los más auténticos. Todas las bajadas que antes habíamos disfrutado ahora eran pendientes que se hacían eternas. El suelo estaba totalmente embarrado y en algunas zonas era puro fango, donde la rueda muchas veces se estancaba si ibas un poco flojo de ritmo. La lluvia, que venía acompañada de viento de cara, era ya bastante intensa e incesante. En el tramo final resultó muy molesta puesto que dificultaba algo la visibilidad al meterse en los ojos. Todos estos factores unidos al viento frío, a las piedras del camino y a los kilómetros acumulados en las piernas, propiciaron un final de etapa al más puro estilo de este deporte, 100% BTT. Ya llegando al pueblo coincidí con un pastor al que seguía un ejército de cabras que se quedaron mirando la bici como si hubiera sido la primera que veían en su vida.

Cabras

Finalmente pudimos llegar a Zarzalejo empapados y llenos de barro, pero justo antes de que comenzase un chaparrón de agua impresionante. Después todo pasó y quedó un bonito atardecer de otoño, como podemos apreciar en la imagen inferior.

Atardecer desde Zarzalejo La Estación

Os dejo a continuación la ruta de la etapa más detallada en un mapa de Wikiloc.

trazado

  • Datos de interés
  • En el entorno de Zarzalejo hay constancia de asentamientos humanos desde la edad de Bronce, especialmente en la zona de las Machotas. También los romamos dejaron testimonio de su estancia en las cercanías de lo que hoy es el núcleo urbano de La Estación, con una de las muchas calzadas que recorrían la península y que sirvieron de red viaria hasta bien entrada la Edad Media.
  • Oficialmente se habla por primera vez del pueblo en documento oficial en el siglo XII. En esta época perteneció junto a otras poblaciones a la Comunidad y Tierra de Segovia, y el pueblo dependía administrativamente de Robledo de Chavela. Se independiza a principios del sigo XVIII cuando Felipe V les da el título de Villa.
  • Una peculiaridad de este municipio ocurrió en la Edad Media. Sus habitantes se opusieron radicalmente a que Felipe II construyera en su término municipal el Monasterio de El Escorial, y al final lo consiguieron. Es más, ni siquiera está oficialmente demostrado que ninguno de sus habitantes (la mayor parte expertos canteros que vivían de la talla del granito de Las Machotas) colaborase directamente en la obra del monasterio. Desde esta época se les viene apodando «los caribes», ya que el propio Felipe II llegó a decir en su día que eran más salvajes que los indios del Caribe.
  • El nombre de Robledo se impuso desde tiempos remotos por la gran cantidad de estos árboles que podían encontrarse en los alrededores. El apelativo Chavela tiene un origen incierto, pero la teoría más aceptada es que al parecer el término viene de que Robledo tenía a ocho aldeas dependientes. Los primeros pobladores de la zona fueron los romanos, pero empezó a ser mucho más conocido durante la Reconquista, siendo repoblado en su mayor parte por segovianos.  Es Felipe II (enamorado de toda esta zona de la sierra madrileña) quien le dará el título de Villa.
  • Destaca la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, del siglo XV y declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. La iglesia destaca por su estilo gótico tardío y por su retablo mayor. A 10 km de Robledo se encuentra la Ermita de Navahonda, a la cual podremos acceder por una pista que sale del Camino de San Martín que hemos recorrido en la etapa. Es un edificio barroco del siglo XVIII. Se cuenta que en este mismo lugar se apareció la Vírgen en el año 1113 y que también albergó durante un tiempo un monasterio.
  • Dentro del término municipal de Robledo, se encuentra la Estación Aeroespacial, inaugurada en 1965. Su antena principal tiene un diámetro de 70 metros (el mismo que la Plaza de toros de Las Ventas). Sólamente existen otras dos antenas iguales en el mundo, una en California (Estados Unidos) y otra en Canberra (Australia). Entre las 3 se encargan de formar una red para que ninguna de las señales que se emitan de las naves desde el espacio quede sin cubrir. Se pueden programar visitas a la Estación Aeroespacial para grupos organizados llamando al teléfono 915561418.




Vía Verde del Tajuña : Arganda del Rey – Ambite

20 10 2012
  • BTT/MTB
  • Distancia total: 95 kilómetros (ida y vuelta).
  • Dificultad: Baja por trazado, media a media-alta por distancia.
  • Época recomendada: Evitar meses más calurosos.

Para llegar hasta el inicio de la Vía iremos hacia Arganda, y para ello tomaremos la salida 25 de la A3 en sentido Madrid-Valencia (Arganda Centro). Seguimos siempre de frente dejando el Hospital del Sureste a la derecha, y pasamos dos rotondas. Al llegar a una tercera rotonda, podemos ver a mano derecha el camino de asfalto rojo donde da comienzo la Vía Verde del Tajuña. A mano izquierda hay unas naves con locales comerciales donde es muy probable que podamos encontrar aparcamiento.

Una vez dejamos el coche y ya subidos encima de la bicicleta, cruzamos hacia el principio de la pista de asfalto rojo que nos va a acompañar a lo largo de estos casi 100 km de recorrido. Este primer tramo de Arganda a Morata de Tajuña fue inaugurado en mayo de 2007, es por tanto el más nuevo, y el que ha permitido a muchos aficionados poder disfrutar de esta vía sin necesidad de disponer de vehículo, puesto que la línea 9 del Metro de Madrid nos deja a unos pocos metros más alante de donde hemos aparcado. Por tanto no hay excusa si algún día no es posible disponer de coche para ir a Arganda.  😉

Justo en el km.1 nos encontramos a nuestra izquierda el moderno Hospital del Sureste. A partir de aquí comienza un ascenso ligero pero bastante continuado, con una serie de falsos repechos que si nos pillan con las piernas frías al ser los primeros kilómetros, nos pueden hacer sudar de lo lindo. El estado del asfalto en esta parte de la vía es muy bueno, salvo en unos pocos metros que transcurren bajo un puente, donde hay una cantidad ingente de arena bastante densa que puede ser causante de algún patinazo si no vamos con cuidado. También deberemos de extremar la precaución en ciertos tramos que cruzan con algún camino de tierra perpendicular, y que están señalizados con dos pivotes metálicos que son muy peligrosos. Esto se repetirá en varias ocasiones en este primer tramo hasta Morata. Tampoco debemos olvidar que muchos viandantes utilizan los primeros 3 ó 4 km de esta pista para pasear o hacer footing (especialmente los fines de semana), y que no es raro ver cómo algunos circulan en grupo ocupando parte de la misma, o que directamente van por el medio de ella. Así que andad con ojo en estos primeros kilómetros, tanto por el trazado como por las circunstancias anteriormente descritas.

Tras dejar atrás las afueras de Arganda con su zona industrial y el Hospital del Sureste, pasamos por debajo de la A3. El paisaje en esta primera parte de la etapa es bastante poco llamativo y algo monótono.

La vegetación es escasa y hay pocos árboles (prácticamente ninguno en las proximidades de la vía), motivo por el cual un día caluroso de verano puede no ser el más propicio para realizar esta etapa. Apenas hay olivos que ofrezcan algo de sombra y alegría al paisaje, y todo es bastante plano y monocromático, salvo los restos de alguna construcción con la que nos topamos, que al menos aportan algo diferente al paisaje.

En algunas zonas podemos apreciar cómo el camino se abre paso entre el terreno mediante una excavación que en su día se hizo para hacer pasar las vías del llamado Tren de Arganda. Aproximadamente hacia el kilómetro 9, divisamos a nuestra derecha lo que parece ser una enorme cementera que rompe súbitamente la monotonía del paisaje.

A partir de ahí, una sucesión de curvas, nos sitúan en un tramo llano desde donde comenzará un descenso de 5 kilómetros hasta Morata de Tajuña. Tras los 10 kilómetros iniciales de subida, estos 5 nos van a venir de maravilla para recuperar piernas y ganar algo de tiempo en el descenso.

Enseguida llegamos a Morata, donde nuestra pista se corta repentinamente a la entrada del pueblo, y tendremos que atravesarlo callejeando para  retomar el siguiente tramo.

Al entrar seguimos siempre rectos hasta llegar a un pequeño parque presidido por un gran ciprés bajo el cual encontramos un monumento piramidal de piedra coronado por una bicicleta de acero, y que contiene una inscripción que no parece guardar mucha relación respecto a la pequeña figura metálica.

Continuamos por la derecha del parque dejando a mano izquierda el cuartel de la Guardia Civil, y llegamos a una casa con la fachada pintada de color amarillo oscuro/ocre que divide el camino en dos.

Tomamos el camino de la izquierda de la casa, como podemos ver en la pequeña señal que hay junto a ella. Seguimos todo recto atravesando la calle Real y cruzamos de frente la M-313, pudiendo ver en el mismo cruce los carteles indicadores de Perales de Tajuña y de nuestra propia vía.

Dejamos a nuestra derecha el cementerio de Morata y mirando atrás vemos la figura de su gran iglesia que domina todo el núcleo urbano.

Poco después comienza de nuevo nuestra pista que nos conducirá hasta Perales de Tajuña. A partir de aquí el paisaje va cambiando progresivamente, y comenzamos a ver algo más de vegetación y algunos árboles a ambos lados del camino.

Poco antes de llegar a un área de descanso, nos encontramos a mano izquierda una serie de cuevas de orígen neolítico excavadas junto a un pequeño cortado.

En tiempos de la República fueron declaradas de interés turístico nacional, pero hoy en día parecen haber caído en el olvido y permanecen abandonadas junto a la Vía Verde (desgraciadamente es algo muy propio de este país). Es importante decir que toda esta zona fue poblada en la antigüedad por distintas culturas, como así confirman los numerosos restos arqueológicos que se han hallado en las cercanías de esta zona.

En el descenso hasta Perales, podemos ver cómo algunas construcciones están literalmente pegadas a la vía, hasta tal punto que la propia vivienda y aledaños forman parte de la cuneta.

El descenso hasta Perales es bastante cómodo y nos lleva a la misma entrada del pueblo.

Aquí deberemos extremar las precauciones, puesto que la Vía Verde se interrumpe y tendremos que cruzar la carretera general de frente en dirección a un parque.

Al igual que sucedió en Morata, tendremos que callejear algo para retomar nuestro camino, pero en este caso será más bien por las afueras del pueblo.

Hay otro camino que es un tramo urbano, pero es más peligroso y hay que callejear más con lo cual se pierde muchísimo el ritmo de pedaleo. Aconsejamos pues ir por el tramo rural bordeando Perales por las afueras. Justo en el parque está señalizado el camino hacia la Vía Verde, que estará asfaltado en su totalidad.

Poco antes de llegar a un puente que cruza el Tajuña (no en su tramo más limpio, he de decir) pasamos por una zona de naves industriales semi-abandonadas que recuerdan bastante a cualquier escenario post-industrial salido de Mad-Max o Terminator. Al pasar es inevitable pensar que transitar por ahí después del atardecer tiene que dar bastante miedo. Sin duda es el tramo más feo de todo el recorrido. Afortunadamente enseguida dejamos atrás toda esta zona y aproximadamente hacia el kilómetro 25 de etapa, llegamos a un cruce en el que retomamos hacia la izquierda nuestra Vía Verde, y donde también se nos señaliza un Paint-Ball que parece estar un poco en medio de la nada.

Poco después volvemos a pasar por debajo de la A3 para llegar a un stop tras el que vemos un nuevo cruce, en este caso con el desvío de la A3 hacia la M-204.

Es el km 26, y justo en ese punto unas señales nos indican que nuestro camino a seguir es el de la derecha. Por tanto circularemos por el arcén de la carretera unos 150 metros extremando las precauciones, hasta llegar a un cartel que indica Valencia, Valdelaguna y Madrid.

En ese punto nos paramos con el cartel de frente, y tendremos que cruzar la carretera en dirección 90 grados hacia la izquierda. Podemos ver ya la señalización de la Vía Verde.

A partir de aquí vuelve a cambiar el paisaje. Al ser un camino que da accesos a zonas rurales, comienza un tramo de la vía compartido con vehículos agrícolas (con los cuales tuvimos la suerte de no encontrarnos), por lo que tendremos que ir con cuidado. En varios tramos de esta zona el asfalto se encuentra bastante deteriorado debido al paso constante de estos vehículos, y el mantenimiento del firme es inexistente. Se nota que lleva ya varios años totalmente abandonado. En este tramo el trazado es totalmente llano, lo que nos permite pillar un buen ritmo manteniendo una buena cadencia de pedaleo. El paisaje, que hasta ese momento había sido más bien poco vistoso, de repente se torna alegre y eso parece contagiarnos. Son casi 9 kilómetros que discurren por las Vegas del Tajuña, junto a campos de maíz y viñedos de distinta clase de uva pertenecientes a  la Denominación de Origen de Vinos de Madrid.

Un gran caserón solitario con la fachada roja emerge tras los campos de maíz. Es el Molino de Cantarranas, convertido en hotel y en posible parada para los usuarios de la Vía Verde.

Poco después llegamos al cruce con Tielmes, donde hay un área de descanso con una fuente y mucha sombra (lamentablemente esta zona cuando pasé estaba bastante sucia, con muchos envases por el suelo).

A la izquierda queda el puente sobre el Tajuña y la entrada al pueblo, y a la derecha nuestro camino a seguir. Dejando ya Tielmes atrás y tras retomar nuestra pista, podemos contemplar una hermosa vista del pueblo tras los campos de maíz.

Algo después nos encontramos con la Ermita de los Santos Niños Justo y Pastor, donde también encontramos otro área de descanso.

Continuamos por nuestro camino que discurre por un interesante paisaje rural lleno de viñedos (esta vez de otro tipo de uva) y pocos kilómetros después ya vemos el desvío hacia la entrada de Carabaña, coincidiendo justo el km.36 de etapa con el cruce de la carretera de Estremera y la entrada al pueblo.

Aquí hemos de tomar precauciones de nuevo, puesto que debemos cruzar la carretera para retomar nuestro camino.

Pronto llegamos a un cruce marcado por un poste frente a una casa, coronado en la parte superior por una cruz de Santiago. Nosotros deberemos de tomar el camino de la izquierda, puesto que el de la derecha es la Vía Verde del Tren de los 40 días que nos lleva a Estremera (la cual ya hicimos y comentamos en el primer post de este blog).

De Carabaña a Orusco de Tajuña separan unos 5 kilómetros de leve pero constante subida, y con un tramo de la vía compartido con vehículos de propietarios de viviendas adyacentes a la Vía Verde. El tránsito de estos vehículos es casi inexistente, pero igualmente tendremos que ir con ojo. De camino a Orusco podemos ver a nuestra izquierda una bonita vista de Carabaña.

El tramo hasta Orusco no se hace muy pesado, pero es la parte final hasta Ambite la que más complicada resulta, puesto que continúa siendo subida muy ligera pero constante y con un final ascendente. A fecha octubre de 2012, el estado del asfalto a la altura de Orusco es absolutamente lamentable, es vergonzoso que ese tramo se encuentre en esas condiciones.

La vía está llena de bloques de cemento por ambos lados como los que tienen las autovías en la mediana, y tramos enteros tienen más de medio carril destruído. Hay muchísima gravilla suelta, y hay un tramo en el que nos encontramos un bloque de cemento cruzado cortando el paso de la vía, por lo que tenemos que ir por una zona de tierra para poder proseguir nuestro camino. La consecuencia de esto es que se parte el ritmo que llevábamos, y tenemos que reducir al máximo la velocidad para ir sorteando obstáculos.

El tramo antes de llegar a Ambite, ofrece un paisaje bastante agradable, con algún puente de piedra y un maravilloso pinar que nos da la bienvenida al final de la Vía Verde (que en realidad para nosotros es justo la mitad de la etapa).

Justo en lo que antaño fue la estación de tren de Ambite, hoy podemos encontrar un restaurante pensado para los usuarios de la Vía Verde, con una gran terraza, pista de tenis y piscina municipal. Estamos en los mismos confines con la vecina provincia de Guadalajara, y de hecho la ruta se puede ampliar hasta Mondéjar, pero eso ya es otra historia.

Los kilómetros y el factor psicológico que supone el saber que tienes que desandar todo lo que has andando, hace que empecemos a notar por primera vez las piernas. Aquí se puede optar por una breve parada para reponer fuerzas antes de volver por donde hemos venido. El camino de vuelta es prácticamente todo bajada hasta Perales, aunque hay algunos repechos traicioneros, eso sí. Pero el tramo desde Morata hasta Arganda se hace bastante duro debido a una ascensión no muy fuerte, pero sí muy constante durante varios kilómetros, y con algunas rampas pronunciadas.

Esto unido a los kilómetros que llevamos recorridos, hacen que las piernas empiecen a pesar ya de una manera especial. El tramo hasta la cementera (situada en el kilómetro 9 ida/86 vuelta) es sin ninguna duda lo más duro de la etapa, y recomiendo que se guarde algo de fuerza para afrontar esta parte del recorrido. Justo al pasar este punto comienza la bajada hasta Arganda. Son 9 km de descenso, donde podemos aprovechar para meter mucha pedalada y dejarnos llevar, ganando así bastante tiempo y recuperando muchas piernas. Personalmente, fue uno de los tramos que más disfruté de toda la etapa.

Antes de que nos queramos dar cuenta, pasamos el Hospital del Sureste y ya estamos en Arganda de nuevo, poniendo fin a una gran jornada de bici por la Vega del Tajuña. Aquí os dejamos una pequeña captura del mapa de la etapa, y justo debajo el enlace con la ruta de Wikilocs.

MAPA AMPLIABLE DE LA VÍA VERDE DEL TAJUÑA. AQUÍ.

  • Datos de Interés
  • Arganda, al igual que sucede con el resto de municipios por los que transcurre esta etapa, es un enclave habitado en sus cercanías desde tiempos remotos. Situada a 22 kilómetros de Madrid, posee en la actualidad unos 55.000 habitantes, y es uno de los municipios más importantes de todo el sureste de la Comunidad de Madrid. Al ser un lugar de paso estratégico, tuvo una cierta importancia ya desde la época prerromana. Parece ser que se identifica con la ciudad carpetana de Alternia. Posteriormente con la llegada de los romanos, fue un lugar de paso muy frecuentado al estar situado entre Titulcia y Alcalá. Pero no es un centro urbano consolidado hasta la Edad Media, cuando al igual que iremos viendo con el resto de estas poblaciones, pasa a formar parte del Arzobispado de Toledo. De esta época data un castillo hoy inexistente. Más tarde Felipe II, al igual que sucederá con más municipios de la zona, le concede el título de Villa, pero poco después cae en manos del Duque de Lerma a principios del siglo XVII y es cuando el pueblo se rebela en el conocido Motín de Arganda. Poco después volvió a ser villa dependiente de la Corona. Del siglo XIX es relevante la construcción del famoso puente de Arganda, que favoreció el desarrollo industrial del municipio.
  • Varios son los edificios de interés que podremos visitar en Arganda. El principal es el de la Iglesia de San Juán Bautista, mezcla de estilos gótico y barroco. Pero también son interesantes la Ermita y Casa de Vilches, del siglo XVII, la Ermita de la Soledad también del XVII, o la Casa del Rey Felipe III, del siglo XVI y actualmente sede del Archivo Municipal.
  • Morata de Tajuña es otro municipio de la madrileña comarca de Las Vegas. Se encuentra a 38 kilómetros de Madrid y cuenta con unos 7.500 habitantes. De orígenes similares a los de Perales (donde como veremos más adelante se encontraron numerosos restos en sus cuevas) hay testimonios arqueológicos que confirman que estuvo poblada al menos desde el Neolítico. Tras pertenecer al territorio de los carpetanos, en época de dominación romana se llamó Licinia, y fue un enclave ubicado en la vía que comunicaba Titulcia con Alcalá. Este núcleo se va a consolidar con la llegada de los visigodos a Toledo, y la posterior ocupación musulmana, que va a traer numerosos avances en cuestiones de regadío. En época medieval pertenece al Arzobispado de Toledo y más tarde, tras concedérsele el título de Villa en el siglo XVI, es vendida al Conde de Altamira y Marqués de Leganés en el siglo XVII, perteneciendo a esta familia hasta el mismo siglo XIX en que finalizan los regímenes señoriales. También el tren del Tajuña favoreció su crecimiento económico a principios del siglo XX.
  • La Iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVI y estilo renacentista (probablemente construído sobre un edificio árabe anterior), es el monumento más destacado de este municipio.
  • Perales de Tajuña con unos 2.800 habitantes, se sitúa a unos 43 kilómetros de Madrid. Por sus tierras pasaron hombres del Paleolítico, Neolítico, Edad del Bronce, Edad del Hierro, tribus celtas, íberos, romanos, visigodos y musulmanes. Numerosos yacimientos se han encontrado en sus cercanías, entre los que destacan las Cuevas del Risco. Al estar en el límite del Tajo, se conviertió en una estratégico enclave defensivo en la Edad Media, y forma parte del Arzobispado de Toledo. En 1574 se le concede el título de Villa, y ya en el siglo XIX se integra en la provincia de Madrid.
  • La Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Castillo del siglo XVI y el castillo del siglo XII son sus principales atractivos, junto a las citadas Cuevas del Risco.
  • Tielmes, de unos 2.300 habitantes y situada a unos 50 km de Madrid, es otra población cuyas raíces se remontan al Paleolítico. Desde ese momento va a ser un enclave muy importante en la zona centro de la Península. Antes de la llegada de los romanos ya era una ciudad celtíbera llamada Thermida, situada en el territorio de los carpetanos. Tras la dominación romana, hubo asentamientos visigodos. En época de la Reconquista y al igual que todas las poblaciones de la vega del Tajuña, pertenece al Arzobispado de Toledo. No es hasta 1554 cuando se le otorga el título de «villa» de manos del mismo Felipe II. A comienzos del siglo XVII sus territorios se vendieron a un conde y luego pasó a manos privadas. Ya en 1811 pasa a formar parte de la provincia de Madrid.
  • Carabaña es un municipio de 1.800 habitantes a 50 km. al sureste de Madrid, perteneciente a la Comarca de Las Vegas. Es muy conocido por sus míticas aguas purgantes (hoy se ha construído un lujoso balneario) y por el cultivo del olivo, algo que se viene haciendo desde la época romana. Sus olivos centenarios, le convierten en uno de los principales productores de aceituna de todo Madrid, con un aceite con denominación propia.
  • Caroca era como la conocían sus primeros habitantes, los carpetanos. Posteriormente, en la época romana fue un punto importante en la calzada que unía Mérida con Tarragona, de la cual se conservan algunas ruinas. Más tarde también hubo un asentamiento visigodo, y tras él llegaron los árabes. La Reconquista no se hizo esperar al igual que en el resto de la Península, siendo Carabaña zona de frecuentes luchas al ser límite de territorios cristianos y musulmanes. No fue libre hasta la llegada de las Cortes de Cádiz en 1811, después de pertenecer al Arzobispado de Toledo y a diversos señoríos durante muchos siglos. Con más de 2000 años de historia, es uno de los municipios más antiguos de todo Madrid.
  • La Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción del s. XVI, conserva una pila bautismal visigoda. Del mismo siglo es la ermita de Santa Lucia, edificada sobre un antiguo templo romano junto a unas cuevas y una necrópolis visigoda.
  • Orusco de Tajuña es otro pueblo de esta comarca que está a unos 55 km de Madrid, y posee unos 1300 habitantes. Es uno de los municipios más antiguos de toda la Comunidad de Madrid. Al igual que toda la zona de la Comarca de Las Vegas, hay constancia de que sus tierras estuvieron pobladas desde el Neolítico. Si bien sus origenes son inciertos, su nombre ya es citado por Ptolomeo, y de hecho se han encontrado restos de su pasado romano, como un templo, o parte de la calzada romana que comunicaba Tarragona con Mérida. También es relevante el paso de los visigodos debido sobre todo a la cercanía de su corte, establecida en Toledo. Tras la época islámica, en tiempos de repoblación pasa a manos del Arzobispado de Toledo. En 1190 y hasta 1214, sus territorios son cedidos a Segovia por Alfonso VIII, y en 1552 se desamortiza, se declara como «villazgo» y se une a la Corona. Después dada la crisis que padecía ésta, se van vendiendo los territorios hasta que un noble llamado Rodrigo de la Vega se hace con ellos y serán sus descencientes los que ostenten el dominio de los mismos hasta el mismo siglo XIX. Por fin en 1853 se integra en la provincia de Madrid.
  • Es interesante visitar la Iglesia de San Juan Evangelista, del siglo XVII y estilo barroco, y la Ermita de Bellaescusa. Fue construída por unos cazadores del pueblo en el siglo XIII (remodelada en el siglo XVI y posteriormente en 1961), situada en la carretera hacia Ambite. En los siglos XVI y XVII fue un importante santuario para toda la zona este de la Comunidad de Madrid, pero cayó en la ruina tras la época de la desamortización de Mendizábal y hoy en día su fama parece haber quedado atrás en el tiempo. Se dice que los higos de la higuera que hay al lado de la Ermita curan el dolor de cabeza.
  • Ambite es otro municipio (al igual que los anteriormente citados) cuyos orígenes se remontan a muchos siglos atrás. Los primeros restos hallados pertenecen a la Edad de Bronce, y también hay constancia de asentamientos de tribus celtíberas. Las primeras referencias históricas nos llevan a tiempos de la Reconquista, en los que Ambite va a estar ligado a la ciudad de Alcalá, al igual que sucede con Orusco. En el siglo XV se le concede el título de «villa» y su posición se consolida independizándose de Alcalá. Tras esta época llega una desamortización en la que destacaremos al noble Alonso de Peralta, embajador y miembro del Consejo de Indias, quien promueve al municipio como lugar de descanso para la Corte de Felipe II. Pero es sin duda el río el que siempre ha marcado la historia de Ambite y de los demás pueblos de la comarca. Con él llegó la prosperidad económica necesaria gracias a la agricultura y ganadería. Y con él llegó el ferrocarril de finales del siglo XIX, el llamado tren de Arganda, del que se decía que «pita más que anda”. Gracias a este tren, además del transporte de pasajeros, toda la producción agrícola de estos pueblos llegaba a Madrid.




Teléfonos móviles en montaña

2 10 2012

Todos sabemos que las nuevas tecnologías de la comunicación han avanzado a tal velocidad, que han hecho que en cuestión de 13 o 14 años un terminal sea capaz de reunir las mismas funciones que cualquier PC. Dentro de ellos hay una cantidad tal de funciones y utilidades, que nos quedamos asombrados si los comparamos con sus antepasados de finales de los 90 y principios de siglo. Cuando nos llevemos nuestro terminal a la montaña, interesa que lo utilicemos de la manera más inteligente posible, para ello os damos unos cuantos consejos.

  • Cuando llevéis el móvil durante una travesía de montaña siempre tendréis que llevarlo con la batería cargada a tope antes de emprender la marcha. Si observamos que el móvil no es capaz de conseguir encontrar cobertura durante un tiempo razonable, es mejor apagarlo o ponerlo en «modo avión». La explicación a esto radica en que mientras el teléfono está intentando buscar cobertura, consume mucho más que en condiciones normales cuando la encuentra nada más encenderlo. Intentad también no tener activadas funciones que puedan consumir batería extra, como pueda ser el «wi-fi», el vibrador de teclas de la pantalla táctil, o el 3G permanente si veis que ni por esas pilláis cobertura.
  • El servicio de emergencias del 112 funciona siempre que haya cobertura de algún operador, sea o no al que pertenezcamos. Es decir si eres de Yoigo y hay cobertura de Movistar, Orange o Vodafone, no hay ningún problema, estamos salvados. El problema viene cuando estamos en zonas montañosas escarpadas, o en zonas rurales muy aisladas, donde ninguna red nos da cobertura. Aunque parezca mucha mala suerte, puede ocurrir perfectamente. En este caso no podremos llamar y debemos de seguir buscando puntos donde pueda haber cobertura. Nunca pongáis toda vuestra confianza en el móvil para comunicar una emergencia en un lugar de difícil acceso en montaña o un tanto alejado.
  • Si soléis hacer fotos durante vuestras travesías, os recomiendo llevar tanto la cámara de fotos como el móvil. Sé que puede resultar absurdo llevar dos cosas cuando puedes llevar una que cumple las dos funciones, y más cuando hay móviles que funcionan casi igual que algunas cámaras. Pero tengamos en cuenta que al utilizar la cámara de nuestro móvil estamos gastando una cantidad de batería que a la larga puede resultar muy valiosa, incluso decisiva. No siempre se puede disponer de dos baterías para tu teléfono y hay que saber racionalizar la que tenemos.
  • Si queremos usar el móvil para otras funciones que no sea propiamente la comunicativa, os recomiendo totalmente el uso de aplicaciones GPS para móviles con sistema Android. Oruxmaps es gratuíta y para mi gusto la más completa que existe ahora mismo. Además de sacar estadísticas de nuestras excursiones, nos permite cargar mapas «online» e incluso «offline» de fuentes como Google Maps, Google Earth y varios sitios más. Nos permite también crear rutas, «waypoints», o compatibilizarlo para abrir rutas desde TrackingLocDroid con sólamente estar registrados en Wikilocs. Aquí os adjunto el link del manual en castellano para el manejo del programa. Seguro que en cuanto le dediquéis un par de ratos os hacéis con él y veréis las ventajas de usar estos privilegios que nos brindan las nuevas tecnologías.




Jardines del Príncipe, Aranjuez

30 04 2012
  • Senderismo
  • Distancia total: 6 km aproximadamente. (Circular)
  • Dificultad: Muy baja.
  • Época recomendada: Todas

Etapa muy breve y sencilla, hecha a medida para pasar una agradable tarde con niños o personas mayores y también para dar un romántico paseo con tu pareja.

Los Jardines del Príncipe son los más grandes de los tres que hay en Aranjuez y uno de los más extensos de España. Tienen un perímetro de 7 km y unas 150 hectáreas de extensión (para hacernos una idea, casi 40 campos de fútbol). Es una sucesión de jardines con un magnífico trazado y una diversidad botánica asombrosa. Fueron creados por Pablo Boutelou a petición expresa de Carlos IV, cuando aún era Príncipe de Asturias, pero se acabaron cuando ya era Rey de España (1772-1804). De esta época son los cinco primeros jardines, de estilo paisajista, siguiendo la moda inglesa y francesa de finales del siglo XVIII, aunque el Embarcadero y la Huerta de Primavera o Huerta Grande de Don Gonzalo (actual Jardín de Primavera) son de época de Fernando VI, y fueron las raíces de los actuales jardines. La variedad de árboles que podemos encontrar es impresionante: cipreses, arces, robles, plátanos, árboles del amor, ahuehuetes, tilos, pinos, pacanos, árboles de Júpiter, caquis de Virginia, castaños de indias, fresnos, cafeteros, magnolios, carpes, liquidámbares, etc…

Nada más entrar a Aranjuez por la Antigua Carretera de Andalucía, cruzamos el Tajo y en la rotonda que hay junto al restaurante «El Rana Verde», giraremos a la izquierda por la calle de la Reina. Por allí dejaremos el coche lo más cerca posible del restaurante para entrar al jardín por la Puerta Principal, que está unos metros más adelante.

A esta puerta también se la conoce con el nombre de Puerta del Embarcadero, y fue construída por Juan de Villanueva.  Según vamos caminando por el Paseo del Embarcadero, podemos contemplar a nuestra derecha el Jardín de Primavera (antigua Huerta de Primavera), y a nuestra izquierda el Primer Jardín.

Cuando llegamos a la primera gran rotonda, seguiremos rectos hasta llegar al Cenador de Rusiñol, una curiosa estructura realizada con cipreses, que fue restaurada en 1995 por Patrimonio (no sin cierta controversia) debido a una enfermedad de los árboles que la formaban.

A nuestra derecha va quedando el Jardín Segundo. Cruzando el Cenador de Rusiñol, comenzamos a ver la zona de los Pabellones, que da acceso al Embarcadero. Hay cinco pabellones, de los cuales el denominado Pabellón Real es el más grande. Lo construyó el famoso arquitecto Bonavia en 1754.

Los otros cuatro (algo más pequeños), se construyeron en época del rey Carlos III para que los príncipes Carlos IV y Maria Luisa de Parma los utilizasen como lugar de recreo (de ahí tomaron el nombre los jardines). Entre los pabellones hay un pequeño jardín que divide el Embarcadero del pabellón principal. Antes de llegar al mismo, podemos contemplar la Fuente de Poseidón.

Justo a pocos metros encontramos el Embarcadero, donde merece la pena pararse un rato a disfrutar de las vistas del Tajo, los patos, y los sauces llorones que hay en sus orillas.

A veces se pueden ver piragüistas y alguna barcaza turística. Junto a esta zona se encuentra el Restaurante «Castillo de 1806», y una pasarela que cruza el Tajo por la que accedemos al Camino de Colmenar de Oreja. Desde la pasarela también podemos sacar una buena foto del Tajo a su paso por Aranjuez.

Junto al restaurante está el Museo de Falúas Reales o Casa de Marinos. En él podemos visitar una serie de embarcaciones con las que los reyes de la época navegaban por el río Tajo. La entrada general son 3 €, y 2 € para jubilados y estudiantes. Cierran los lunes, y abren de 10 a 17.15 (salvo de abril a septiembre que están hasta las 18.15). Creo que también se puede comprar un pack en el Palacio Real para visitar todos los edificios de Patrimonio Nacional en Aranjuez.

Continuando el camino tras el Museo de Falúas, llegamos a los Jardines Tercero y Cuarto, donde encontramos la Fuente de Narciso.

Seguimos caminando junto al muro del río hasta llegar al Jardín Quinto donde se encuentra la Fuente del Cisne, otra de las importantes de estos jardines.

Regresando de nuevo al camino de donde veníamos, avanzamos unos pocos metros para contemplar la Fuente de Apolo, la cuarta fuente que nos encontramos en nuestro recorrido, que marca el límite entre el Jardín Quinto, el Sexto y el Séptimo. Esta fuente es una réplica de la original que se llevó a La Granja de San Ildefonso en el año 2000.

Dejando esta fuente a nuestra izquierda, giramos a nuestra derecha para adentrarnos en el Jardín Sexto y encontrarnos con el Estanque de los Chinescos. Es un pequeño lago artificial inspirado en los jardines japoneses, que alberga tres pequeñas isletas artificiales sobre las que se levanta un templete de estilo diferente en cada una de ellas.

El templete chinesco fue prácticamente destruído en la Guerra de la Independencia, y Fernando VII lo reconstruyó en estilo turco. El templete griego fue obra de Juan de Villanueva, y está realizado en granito con unas llamativas columnas jónicas que sujetan el techo, el cual en sus orígenes estuvo coronado por un dragón dorado.

Por toda esta zona podemos ver alguna oca, gran cantidad de patos, y pavos reales. Si teneis suerte podréis ver cómo extienden la cola, momento absolutamente espectacular donde se muestra el colorido del plumaje y la majestuosidad de estos animales.

Volviendo hacia la Fuente de Apolo y continuando por el camino que hay detrás de la misma, ya en el Jardín Séptimo, giramos a la derecha cuando llevamos andados unos metros hasta llegar a la conocida Montaña Rusa o Montaña Suiza. Se trata de un alto o montículo, que está coronado por un templete de madera desde el cual hay unas bonitas vistas del Jardín Séptimo.

Una vez vista la Montaña Rusa (o Suiza), giramos hacia la izquierda en dirección al río, y vamos caminando a lo largo del muro adyacente que nos separa del mismo, por el perímetro del Jardín. Llegamos a un punto en el que nos encontramos una valla que nos indica el fin de los Jardines del Príncipe, y el comienzo de una zona privada llamada Parque Miraflores.

Este espacio, anexo a los jardines, se crea en 1848 por el Marqués de Miraflores, que fue el gobernador del Palacio en los comienzos del reinado de Isabel II. Su idea fue realizar el parque siguiendo el estilo inglés, pero acabó siendo un coto de caza privado para los reyes. Como decimos, no está abierto al público, así que no os salteis la valla porque puede haber problemas.

Bajando hacia la derecha, y ya en el Jardín Octavo, vamos a parar a la Casa del Labrador. Este palacete fue construido durante 13 años por Juan de Villanueva y su ayudante, Isidro González Velázquez, bajo orden de Carlos IV. El palacete está considerado como uno de los más exclusivos del mundo, aparte de por su estilo neoclásico, porque alberga en su interior algunos de los decorados y ornamentaciones más hermosos de la época. El horario de apertura es el mismo que el del Museo de Falúas, y el precio son 5 € con visita guiada.

Dejamos la Casa del Labrador y su majestuosa explanada, y caminamos a nuestra derecha (comenzando ya a tomar el camino de vuelta), para cruzar de nuevo hacia el Jardín Séptimo, esta vez para disfrutar de las Islas Americana y Asíatica. Esta es una zona del Jardín a la que se dotó de una intimidad especial. En ella se incluyó un pequeño riachuelo con puentes de madera y todo el paisaje se fue enriqueciendo con lo que se traía en las diversas expediciones botánicas a zonas exóticas.

Una vez atravesamos esta zona, podemos ya ir bajando hacia la Puerta de la Plaza Redonda (otra puerta de acceso diferente por la que entramos, pero situada más adelante en la calle de la Reina), e ir caminando de regreso por el Jardín Sexto y el Jardín de Primavera hasta divisar de nuevo la Puerta del Embarcadero o Puerta Principal, que nos conduce a la calle de la Reina, donde tenemos aparcado el coche. Justo al lado del coche descubrí un poste de señalización sobre rutas senderísticas que no quise dejar de retratar, quien sabe por si en futuras ocasiones comentamos una de estas rutas.

Para finalizar la etapa nunca está de más comerse unas fresas (podemos comprarlas en uno de los numerosos puestos) o en su defecto un buen batido de frutas del bosque o un chocolate para reponer fuerzas.





Calzada Borbónica (bajada por Ctra. de la República y Camino Viejo de Segovia).

17 04 2012
  • Senderismo
  • Distancia total :10 km (circular)
  • Dificultad : Media-baja
  • Época recomendada : Evitar el invierno, especialmente días de nieve o hielo en los que se pueden hacer placas en las piedras.

Comenzamos dejando los coches en el aparcamiento de Majavilán, para empezar la etapa justo desde allí. Pronto vemos las primeras señales del camino en forma de puntos verdes, que son los que marcan el comienzo de la Calzada Romana. Posteriormente empezamos a encontrarnos con los naranjas y blancos. Estos últimos serán los que tengamos que seguir en la primera parte de nuestro recorrido.

También veremos que durante un tramo coincidiremos con el camino amarillo hasta que llegamos al Puente del Descalzo, donde nos separamos de éste y del naranja. El Puente del Descalzo, como ya comentamos en las anteriores etapas dedicadas al Valle de la Fuenfría, es un puente romano que se construyó en los años 76-77 d.C. (ni más ni menos) para poder cruzar el Arroyo de la Venta por la Calzada Romana que unía Titulcia con Segovia. Su estado de conservación es espectacular, y ha conseguido llegar intacto a nuestros días con tan sólo dos únicas reformas, una en el siglo XVIII y otra en 1979.

A partir de esta zona podemos disfrutar de un paisaje único, compuesto por imponentes pinos silvestres acompañados de espinos, algún tejo, y arbustos como retamas, codeso o botoneras.

Desde allí comienza nuestra ascensión al Puerto de la Fuenfría, primero con una pendiente muy suave, que poco a poco irá aumentando hasta llegar a un desnivel importante pasada la Pradera de los Corralillos.

El camino además se complica debido a la gran cantidad de piedras sueltas de todos los tamaños. Deberemos de tener mucho cuidado, puesto que pisar mal cualquiera de ellas puede ocasionarnos un esguince o torcedura.

A medida que ascendemos podemos disfrutar de las vistas de Peña Bercial y Peña Águila a nuestra izquierda, y de Siete Picos a nuestra derecha. La vista de todo el valle es merecedora de una buena foto.

Poco a poco las piernas van notando el desnivel y hacemos una pequeña parada en el Puente de Enmedio para afrontar el tramo final, con una subida bastante escarpada en la que ya el pino comienza a ser el único protagonista de la vegetación junto a algunos arbustos como piornos y enebros. El Puente de Enmedio podríamos decir que es casi gemelo del Puente del Descalzo en cuanto a características y estado de conservación. Otra joya más en forma de obra de ingeniería que nos dejaron los romanos, y que el paso del tiempo ha permitido que llegue a nuestros días.

Por fin llegamos al Puerto de la Fuenfría, a 1796 metros, paso natural que comunica la sierra madrileña con la segoviana y que cruza con otros caminos como la Carretera de la República y el GR-10. Al otro lado podemos contemplar la provincia de Segovia. Desde el aparcamiento de Majavilán llevamos realizados 4 kilómetros superando un desnivel de unos 500 metros.

Tras una parada para reponer fuerzas, optamos por realizar la bajada a través de la Carretera de la República que confluye con el GR-10 (marcado con su correspondiente señalización blanca y roja). Comenzamos ya un camino mucho más cómodo por el lado derecho del valle de la Fuenfría, desde donde tenemos una visión privilegiada de todo el valle y su lado izquierdo.

Tras un tramo muy cómodo y agradable, llegamos al Collado de Marichiva (lugar que ya visitamos en la etapa del camino rojo). Allí podemos disfrutar del paisaje y nos cruzamos con varios caballos pastando libremente.

Justo después estaremos atentos para tomar a nuestra izquierda el camino rojo que desciende a la parte baja del valle a través de la Vereda del Poyal de la Garganta. A partir de ahora deberemos seguir los puntos rojos a lo largo del camino. Este sendero, como ya comentamos en su día en la etapa del camino rojo (aunque lo tomamos en dirección inversa), es bastante escarpado y posee muchos tramos de roca suelta y grandes raíces. En la bajada pues, tendremos que andar con cuidado de no tropezar.

Poco antes de enlazar con el Camino Viejo de Segovia, nos cruzamos con un grupo de unos 5 o 6 toros y vacas que andaban sueltos, pero que parecían ser bastante mansos y estaban a distancia suficiente para pasar sin problemas.

Tras cruzar el Arroyo de Majavilán, nos encontramos con una bajada ya mucho menos pronunciada que desemboca en una valla metálica junto a la casa forestal.

Desde aquí se divisa la carretera y volvemos a subir al aparcamiento de Majavilán.

Como siempre os dejamos el mapa de la etapa que podéis consultar con más detalle haciendo click AQUÍ.

mapa

Datos de interés.

  • Recientemente y gracias a una serie de investigaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en la zona, hemos podido saber que lo que hasta hace poco se había venido denominando Calzada Romana, es en realidad el camino que los Borbones trazaron allá por el siglo XVIII para llegar al Palacio de La Granja. Esta vía circula bastante paralela a la que para los romanos fue la Vía XXIV que unía Titulcia con Segovia (para nosotros Calzada Romana a secas), e incluso ambas se llegan a cruzar en algunos tramos.  Es por ello que el camino ya ha pasado a llamarse Calzada Borbónica, diferenciándose de la Calzada Romana. En realidad este camino históricamente sólo se usó hasta finales del siglo XVIII, puesto que después se abrió la carretera de Navacerrada.